jueves, 22 de marzo de 2012

Jornada 29

Buenos y Villaratos días, hijos de Satanás. Empezamos el blog con una jornada que viene más caliente que CR7 en una sala de espejos. Para empezar, comentaremos el PARTIDAZO entre Barça y Granada (nótese ironía). En este partido vivimos 2 momentos celestiales. Se alinearon los astros y aguardaron en conjunción, y pasó algo maravilloso: Al barça le pitaron 2 penaltis en contra!!!!!! Claro, Valdés no se acordaba de qué se hacía en un penalti, y se tiró más mal que Di María en un cásting para Vídeos de Primera. Poco más se vio en este partido, arbitralmente hablando. El summum llegó ayer, el el interesantísimo partido (nótese ironía de nuevo), Villarreal-Real Madrid. En la primera parte, Arbeloa demostró no tener educación a la hora de pedirle la camiseta a los jugadores del Villarreal, queriéndosela arrancar en mitad del partido. Partido que, por cierto, disfrutó Lass Diarrá, quién hizo bueno el dicho de "Si breve, dos veces bueno". Y es que el hermano negro de Voldemort pudo irse al vestuario expulsado antes de tiempo. Al final, fue sustituído por un jugador cuya técnica, clase y calidad superan a las de Diarrá de calle: Hamit AltinTOP. Ese crack, ya sabéis. Además, Pepe recibió una tarjeta amarilla por una supuesta falta, pero yo creo que Paradas se la mostró por autolesionarse. Y es que Pepe, siguiendo consejos de su psicólogo, sigue órdenes de morderse la lengua cada vez que sufra impulsos. Y claro, con la virulencia de Pepe, pues acabó ensangrentado. Y aquí... empieza el espectáculo de Paradas Romero. Debió pensar que el terreno de juego estaba superpoblado, y se puso manos a la obra. Primero, expulsando al amigo cani de Mourinho, Rui Faria, cuya función en el Madrid es ser expulsado cuando le venga en gana para tener discurso con el Villarato. Después, Sergio Ramos hizo alarde de su inteligencia, olvidándose de su otra tarjeta amarilla y siendo expulsado. Ozil, que vio la jugada claramente (ya me entendéis), decidió premiar la decisión del árbitro con un aplauso. La intención de Ozil era acompañar a Ramos para que no se perdiera, así que lo acompañó hasta el vestuario. Poco después, Casillas recordó que no había cenado y decidió comer un poco. Mourinho se cabreó tanto que se fue a esperarlo al párking. Al final del partido, CR7 pronunció estas palabras: "Solo robar, robar, solo robar". Se refería al pichichi, cuyo líder ha cambiado esta semana, al pasar a manos de Messi. Una vez en el túnel de vestuario, Pepe le hizo saber al árbitro, de forma totalmente educada y civilizada, que no estaba conforme con el arbitraje. Y es que un "Vaya robo, hijo de puta" de Pepe sin violencia, es la forma más correcta que tiene para hablar.
En fin Serafín, esto es todo lo que ha dado de sí la jornada, que no es poco. Un saludo hijos de Satanás.